Efectos de las bajas temperaturas en frutales

La Dra. Pamela Artacho, académica del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias UACh, se refiere a los eventuales efectos que pueden tener en los frutales las bajas temperaturas que se registran en el país.

 

A raíz de la ola polar que está experimentando gran parte de Chile en los últimos días, y que ha generado heladas de hasta -8°C en la zona sur del país, surge la inquietud de los efectos que podrían experimentar las plantas, y particularmente los frutales.

Los efectos de las heladas dependen de la intensidad y duración del evento, y del estado fenológico en que se encuentra el frutal. Una helada de -1°C puede ser catastrófica si el frutal se encuentra en plena floración o con frutitos recién cuajados, aunque su duración sea limitada (ej. 1 hora).

Dra. Pamela Artacho, académica IPSV UACh

En cambio, durante el invierno, las especies frutales que se cultivan en la zona sur de Chile se encuentran en dormancia o en reposo invernal, un proceso natural que les permite resistir las bajas temperaturas del invierno. Este período se reconoce por una muy baja actividad visible, por la caída de las hojas, la lignificación de los brotes y la falta de brotación de las yemas.

En este estado, los frutales pueden soportar muy bajas temperaturas y por largos períodos de tiempo sin experimentar daño en sus órganos, por ejemplo, hasta -15°C en cerezos y frambuesos o incluso -30°C en arándanos altos del norte.

Por lo tanto, considerando que nos encontramos en pleno invierno y con frutales en reposo invernal, no esperamos que la ola polar genere consecuencias negativas en sus tejidos y procesos.

Sin embargo, en huertos frutales que están podando actualmente, es importante suspender la labor cuando se pronostique una bajada drástica de las temperaturas, ya que árboles recién podados son más sensibles al daño por frío.